OVIEDO / Pedro Pascual
El ex técnico del Real Oviedo volvió hoy a la capital del Principado para asistir a la vista por la demanda que tiene presentada contra el Real Oviedo, al que reclama el pago de 72.000 euros.
Carrasco y Bances se dan la espalda en los juzgados (Foto: Semeyapress)
A las diez y cuarto de la mañana estaba previsto el inicio de la vista por la demanda de Lobo Carrasco contra el Real Oviedo, aunque no se sabía con certeza si el técnico alicantino acudiría a la cita. El mediático entrenador no defraudó y acudió acompañado de su abogado, José Plaza, al Juzgado de lo Social número 6 de Oviedo.
Por parte del Real Oviedo acudieron el presidente del Consejo de Administración, Dámaso Bances, y el abogado del club y secretario del Consejo, Carlos Bernardo.
Carrasco, destituido tras el primer partido de los play off por el ridículo hecho en Caravaca, donde se perdió 4-1, reclama al Real Oviedo 72.000 euros, el fijo que tenía firmado con el club para la segunda temporada al frente del equipo, al considerar que clasificar al equipo para la disputa de la fase de ascenso le daba la renovación automática como técnico del primer equipo azul.
El alicantino cobró en su primera y única temporada al frente de la nave azul la friolera de 48.000 euros de fijo, con 24.000 más de prima por meter el equipo en la fase de ascenso y 36.000 si el ascenso, obligado para la entidad, en palabras de sus directivos, se conseguía. A esto habría que añadir 600 euros mensuales para el alquiler de la vivienda del técnico. Carrasco se llevó hasta ahora del club 72.000 euros más los 7.200 correspondientes al alquiler de su vivienda.
Al ser cesado tras la debacle de Caravaca, y tras la denuncia del técnico, el Comité Jurisdiccional y de Conciliación de la Real Federación Española de Fútbol dictaminó que el Oviedo pagase a Francisco Carrasco 40.800 euros brutos como indemnización. El Real Oviedo hizo efectiva esa cantidad para poder tramitar las fichas federativas.
El contrato de Carrasco con la entidad azul era por tres años, condicionados a conseguir objetivos en cada temporada. En la primera, se exigía del alicantino el ascenso, no conseguido, pero el abogado del técnico basa su reclamación en que clasificar al Oviedo para la fase de ascenso era la condición que implicaba la renovación, no la consecución del cambio de categoría. Sin embargo, un contrato anexado al federativo, firmado por Carrasco y el asesor personal de Alberto González, Juan Mata, deja claro que si Carrasco era cesado de su cargo en el transcurso de una de las tres temporadas, sólo tendría derecho a cobrar el salario que le restase de la temporada en vigor.
Con todos estos argumentos, el juez titular del Juzgado número 6 de lo Social tendrá que dictar una sentencia. Lo que queda claro es quién es quién en este sainete: por un lado, un técnico que tras hacer el ridículo espantoso de Caravaca (más el de la temporada regular) prefiere seguir reclamando en lugar de desaparecer discretamente; por otro, un Consejo de Administración que derrocha un dinero que no tiene en un técnico sin experiencia, pero mediático, al gusto de González, para quien salir en la foto es lo más importante. Aunque anda desaparecido últimamente el magnate del fútbol español, algo que recuerda a su nefasta gestión en el Naranco, cuando llegaba la hora de pagar. ¿Habrá motivo para abandonar la escena?
El ex técnico del Real Oviedo volvió hoy a la capital del Principado para asistir a la vista por la demanda que tiene presentada contra el Real Oviedo, al que reclama el pago de 72.000 euros.
Carrasco y Bances se dan la espalda en los juzgados (Foto: Semeyapress)
A las diez y cuarto de la mañana estaba previsto el inicio de la vista por la demanda de Lobo Carrasco contra el Real Oviedo, aunque no se sabía con certeza si el técnico alicantino acudiría a la cita. El mediático entrenador no defraudó y acudió acompañado de su abogado, José Plaza, al Juzgado de lo Social número 6 de Oviedo.
Por parte del Real Oviedo acudieron el presidente del Consejo de Administración, Dámaso Bances, y el abogado del club y secretario del Consejo, Carlos Bernardo.
Carrasco, destituido tras el primer partido de los play off por el ridículo hecho en Caravaca, donde se perdió 4-1, reclama al Real Oviedo 72.000 euros, el fijo que tenía firmado con el club para la segunda temporada al frente del equipo, al considerar que clasificar al equipo para la disputa de la fase de ascenso le daba la renovación automática como técnico del primer equipo azul.
El alicantino cobró en su primera y única temporada al frente de la nave azul la friolera de 48.000 euros de fijo, con 24.000 más de prima por meter el equipo en la fase de ascenso y 36.000 si el ascenso, obligado para la entidad, en palabras de sus directivos, se conseguía. A esto habría que añadir 600 euros mensuales para el alquiler de la vivienda del técnico. Carrasco se llevó hasta ahora del club 72.000 euros más los 7.200 correspondientes al alquiler de su vivienda.
Al ser cesado tras la debacle de Caravaca, y tras la denuncia del técnico, el Comité Jurisdiccional y de Conciliación de la Real Federación Española de Fútbol dictaminó que el Oviedo pagase a Francisco Carrasco 40.800 euros brutos como indemnización. El Real Oviedo hizo efectiva esa cantidad para poder tramitar las fichas federativas.
El contrato de Carrasco con la entidad azul era por tres años, condicionados a conseguir objetivos en cada temporada. En la primera, se exigía del alicantino el ascenso, no conseguido, pero el abogado del técnico basa su reclamación en que clasificar al Oviedo para la fase de ascenso era la condición que implicaba la renovación, no la consecución del cambio de categoría. Sin embargo, un contrato anexado al federativo, firmado por Carrasco y el asesor personal de Alberto González, Juan Mata, deja claro que si Carrasco era cesado de su cargo en el transcurso de una de las tres temporadas, sólo tendría derecho a cobrar el salario que le restase de la temporada en vigor.
Con todos estos argumentos, el juez titular del Juzgado número 6 de lo Social tendrá que dictar una sentencia. Lo que queda claro es quién es quién en este sainete: por un lado, un técnico que tras hacer el ridículo espantoso de Caravaca (más el de la temporada regular) prefiere seguir reclamando en lugar de desaparecer discretamente; por otro, un Consejo de Administración que derrocha un dinero que no tiene en un técnico sin experiencia, pero mediático, al gusto de González, para quien salir en la foto es lo más importante. Aunque anda desaparecido últimamente el magnate del fútbol español, algo que recuerda a su nefasta gestión en el Naranco, cuando llegaba la hora de pagar. ¿Habrá motivo para abandonar la escena?
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